
Podría llevarnos un año o incluso más tiempo llegar a ser capaces de entender a fondo esta postura y dominarla. Permítete jugar con ella, pero ten en cuenta que si deseas profundizar en esta posición se recomienda ponerte en contacto con un maestro de yoga cualificado.
Aquí hay algunos consejos para jugar sin esfuerzo con esta posición:
- Comienza con la postura del niño activa, con los brazos extendidos hacia el frente. No utilices accesorios.
- Antes de seguir adelante, asegúrate de que las manos y pies estén completamente firmes en el suelo – esta es también la distancia adecuada en la que tus piernas y manos deben permanecer mientras que practicas la postura del perro boca abajo.
- Dobla los dedos de los pies hacia dentro, utiliza los músculos del torso para levantarte y, por medio de los cuádriceps, lleva las caderas hacia arriba y hacia atrás, presiona hacia abajo en la superficie y trata de llevar los talones hacia el suelo.
- Los hombros deben fundirse en la espalda, la parte superior del cuerpo permanece en tensión mientras que pones las manos sobre el suelo firmemente y extiendes los dedos sobre la superficie.
- Tu cuerpo entonces forma una forma de V invertida.
- Los músculos abdominales se involucran en el ejercicio y participan sosteniendo la columna vertebral y te impiden que tu pecho se hunda. Te permiten mantenerte recto.
- No te quedes en esta postura más de un par de segundos. Empieza a caminar como un perro. Mueve los pies, las caderas, baila.
- Relájate en esta postura encontrando la postura en la que te sientas bien. Practica la flexibilidad y observa cómo con cada exhalación, tu postura se relaja cada vez más, se puede apreciar menos tensión. Utilizando los músculos del dorso muévete con flexibilidad en la alineación correcta.
- Siéntete libre y ligero. Siente el estiramiento, siente los músculos del torso, siente tu cuerpo y la hermosa postura que creas en el exterior.
- Cuando sientas que ya es el momento de parar, vuelve a la postura del niño y descansa hasta que estés listo para repetirlo una vez más – cada vez con mayor facilidad, más flexibilidad y una conexión más profunda tanto con en el interior como con en el exterior.
Practicar esta postura te ayudará a ser más flexible tanto mental como físicamente. También estimula el sistema circulatorio para que bombee sangre a través del cuerpo, eliminando las toxinas, regulando la presión arterial y estimulando la vitalidad. Toda la espalda y el cuello se estiran activamente, lo que también reduce el estrés que se acumula en nuestra columna durante todo el día.
Esta postura se puede usar en cualquier momento del día entre la práctica para volver hacia adentro, regular la respiración y realinearte contigo mismo, tu cuerpo y mente y luego continuar practicando aún más centrado y siendo más flexible.
Ten cuidado con esta postura en caso de que tengas presión arterial alta, menstruación, embarazo, dolores de cabeza, lesión crónica de hombros, brazos, caderas y espalda, así como diarrea y el síndrome del túnel carpiano.
Como de costumbre, me gustaría animarte a mantener tu concentración en el movimiento consciente, escuchando, conectándote y sintiendo tu cuerpo. Lo más importante es cómo te sientes y cómo te ves mientras practicas esa postura.
Si tienes alguna pregunta, te gustaría compartir tus experiencias conmigo, discutir alguna de las técnicas en detalle, o reservar una sesión privada, escríbame a: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo..
