La felicidad afecta a nuestro bienestar, a nuestra salud y a todas nuestras relaciones, del mismo modo que se refleja en última instancia en el tipo de sociedad que entre todos construimos. Está demostrado que las personas felices pueden conectar con mucha más facilidad con otras personas y con la naturaleza. Por otra parte, son más eficaces en todos los ámbitos de vida.
El genuino deseo de ser feliz
Independientemente del nivel cultural, las creencias religiosas, nuestra procedencia o la forma que tengamos de entender el mundo, todos tenemos una cosa en común: queremos ser felices. Si indagamos en lo que se oculta bajo nuestros deseos y expectativas, sólo nos queda un deseo profundo, honesto, y auténtico: ser feliz. ¿Estás de acuerdo?
Sensación de felicidad actual ya no significa de ser feliz
Piensa en el día de ayer. O en la pasada semana. ¿Has sido feliz? ¿Cómo sucedió? ¿Cuánto tiempo duró esa sensación de felicidad? Y cuando dejaste de sentirla, ¿qué ocurrió?
¿Qué sucede cuando desaparece la sensación de felicidad? ¿O cuando es reemplazada por otros sentimientos como la tristeza, soledad, aburrimiento...? ¿Puede ser que no notases el cambio en absoluto?
¿Es posible ser feliz todo el tiempo?
Durante siglos el hombre ha buscado la respuesta a esta pregunta. Y los maestros indios daban una respuesta. El estado de la eterna felicidad es posible cuando en vez de reaccionar ante el devenir de la naturaleza y los acontecimientos, lo aceptamos tal y como es. De esa forma serás consciente de cada momento, sin pensar en cómo era antes, como será en el futuro o cómo debería ser. Tomar conciencia de nosotros mismos en cada acción, en cada respiración, en todo lo que hacemos, es tomar conciencia de cada momento que vivimos: y eso es lo que te conducirá a la verdadera felicidad.
La ley de la naturaleza: todo está cambiando constantemente
Imagina la corriente de un río. Observa su flujo desde un mismo lugar. Aunque este río es solo uno, su caudal es completamente diferente en cada momento: nunca es como era antes. Mientras fluye, la gente tira objetos en él, crece con la lluvia, merma con la sequía. En cada momento, este río es totalmente diferente. Está cambiando constantemente. Y aunque siempre lo observemos desde el mismo punto, nunca será igual que antes.
Esto nos ayuda a entender que todo va y viene. El flujo modifica la estructura de las partículas subatómicas, que se traduce en un cambio constante. Lo mismo sucede al observar las estaciones del año: pasan una tras otra creando un círculo. Seguramente esto te parecerá muy evidente. Todo nace y todo muere. Constantemente.
Tienes la posibilidad de elegir cómo responderás a un cambio
La ley natural no cambia. Todo viene y va. Lo que cambia es la forma en la que nosotros reaccionamos ante los cambios y esos 'procesos naturales'. ¿Respondes a la pérdida con tristeza? ¿En una situación difícil, eres optimista y tranquilo, o dejas que las preocupaciones y dudas te invadan?
Tienes distintas opciones. No puedes elegir lo que va a suceder, porque lo que está sucediendo se debe en parte a la ley de la naturaleza. Sin embargo, eliges cómo reaccionar ante una situación.
Tu modelo de pensamiento existente representa el principal obstáculo en el camino hacia la felicidad
En vez de elegir cómo reaccionar por nosotros mismos, dejamos esa decisión a antiguos modelos de pensamiento que pautan cómo reaccionar ante una determinada situación. Cuando ocurre algo de acuerdo a las expectativas de estos viejos modelos de pensamiento nos sentimos tristes, estresados o entramos en pánico. Nuestra capacidad de discernir desaparece en un momento. Por lo tanto, es nuestra percepción lo que nos impide ser verdaderamente felices. Es nuestra mente quien decide cuándo algo se percibe como incorrecto, malo o bueno.
La verdadera felicidad está en nuestro corazón
La verdadera felicidad sólo se puede lograr cuando nuestra mente está en paz. Esto sucede cuando redirigimos nuestra atención de los pensamientos a nuestro corazón. Esa verdadera felicidad no está asociada con la comprensión o el conocimiento: tenemos que sentirla y vivirla.
Cuando la mente está en calma, se abre la puerta a la verdadera felicidad
Una de las maneras de iniciar el viaje a la felicidad verdadera es mediante la adopción de una forma de vida consicente. Ésta es una manera sencilla de lograrlo y podemos hacerlo nosotros mismos. Todo lo que necesitamos es la voluntad y el deseo de cambiar.
UNA TÉCNICA PRÁCTICA PARA DESPLAZAR TU ATENCIÓN DE LA MENTE AL CORAZÓN
Varias veces al día intentamos reorientar nuestra atención a nuestro corazón. Esto lo podemos hacer cuando estamos esperando en una cola, mientras conducimos al trabajo, o durante una conversación con otra persona. No importa el momento o la ocasión: lo importante es que tu enfoque esté en tu corazón. ¿Qué te dice tu corazón? ¿Qué sientes? Sólo observa tu corazón y lo que está sucediendo allí, sin análisis, sin juicio.
Intenta llevar a cabo esa actividad que hacías antes de forma rutinaria ahora desde tu corazón: permite que él te guíe. Desconecta tu mente. Puedes visualizar cómo todos tus pensamientos se derriten como un helado bajo el sol y fluyen hacia tu corazón. Una vez más, siente tu corazón y permite que tu corazón te guíe.
Consejo: Se recomienda practicar esta técnica incluso durante una conversación con otra persona. Trata de conectarte con el corazón de la persona a la que estás hablando. Escucha el mensaje que esta persona está tratando de enviarte desde su corazón.
Si tienes alguna pregunta, te gustaría compartir tus experiencias conmigo, discutir alguna de las técnicas en detalle, o reservar una sesión privada, escríbame a: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo..