imbolc

Después de un invierno largo y frío, poco a poco nos preparamos para dejar atrás nuestras mantas calientes y empezamos a hacer ejercicio con el fin de estimular nuestra circulación. Con los primeros signos de la primavera se abre la ventana para actividades inspiradoras, lo que nos permite preparar nuestros cuerpos para nuevos comienzos.


Tan pronto como los primeros brotes de hojas y flores aparecieron, pasé más tiempo en la naturaleza y simplemente me entregué a disfrutar la belleza de la naturaleza y agradecer la transición a la primavera. Para prepararme para la víspera de Imbolc, recogí los primeros símbolos visibles de la primavera: flores blancas y hojas verdes; mientras agradecía y pedía un nuevo ciclo abundante, así como un terreno fértil para que crezcan las nuevas semillas.

La magia de la luz de las velas
Durante la víspera de Imbolc, me reúni con mis amigos más cercanos y nos sentamos junto al fuego, quemamos incienso de romero y frankincence. También encendimos una vela sagrada de color amarillo brillante para simbolizar el final del invierno abriendo espacio a intenciones para el nuevo comienzo. Cogidos de la mano, nos reunimos para celebrar el momento de la purificación, la inspiración y la luz creciente dentro de cada uno de nosotros. Centramos nuestra atención en la llama de la vela brillante mientras nos visualizábamos floreciendo en primavera. Luego cerramos el círculo agradeciendo a la naturaleza todos los obsequios, compartimos nuestros mejores recuerdos de invierno, así como nuestras intenciones para la primavera, y luego nos calentamos con un té inspirador de canela, naranja y jengibre. Juntos caminamos alrededor de la casa, encendimos una vela en cada habitación, dejando que ardieran durante toda la noche, anunciando la llegada del sol y los días más largos.

Fuentes santas y buena fortuna
Frescos e inspirados, nos despertamos con un nuevo día radiante perfecto para una caminata temprana de primavera. Visitamos la fuente sagrada, bebimos agua mágica y bailamos cogidos de la mano, todo esto mientras deseábamos salud y abundancia para el próximo año agrario. Nos llevamos un poco de agua a casa para purificar, beber, bendecirnos a nosotros mismos y a nuestros hogares. ¡Entonces nos alimentamos con un surtido de verduras caseras, un delicioso pan de cebada con nueces y un delicioso pastel de celebración!


Como en la naturaleza, la primavera es una época para limpiar nuestros cuerpos
El equinoccio de primavera, que llamaba a nuestras puertas un mes después, es un momento ideal para invocar a la Diosa Ostara, atrayendo el disfrute de la naturaleza a través del baile y la inspiración. Con el fin de sacar el mayor provecho a esta energía purificadora, nos reunimos en un lugar cálido y bien aromatizado, y accedemos a entrar en primavera sin cansancio ni enfermedad. Juntos probamos una técnica muy antigua de limpieza de los meridianos, que es particularmente recomendable practicar diariamente durante la primavera.

Los meridianos representan el camino del flujo de la energía a través de nuestro cuerpo. Hay dos maneras diferentes en que las energías fluyen y esto es también de donde vienen sus nombres – yin y yang. Siempre que las dos fuerzas yin (energía femenina suave) y yang (energía masculina fuerte) están en equilibrio nuestro cuerpo está sano.

Reunión de primavera refrescante y relajante
Durante nuestra sesión estimulamos nuestra circulación con ejercicios muy específicos para equilibrar las dos fuerzas – yin y yang. La sesión terminó con un yin yoga relajante y regenerativo, que nos animó a permanecer en cada postura un poco más de tiempo. Este método de práctica permitió que nuestros cuerpos y especialmente nuestros órganos internos se regeneraran más rápidamente. Aplicando la respiración consciente y profunda, nuestros músculos se relajaron completamente, nuestra sangre bien oxigenada comenzó a fluir más facilmente por todo el cuerpo, llegando incluso a las partes difíciles de alcanzar como consecuencia de la tensión muscular severa.

Totalmente frescos y llenos de energía, permitimos que nuestros cuerpos se relajaran en una postura final de diosas y dioses, permitiendo que todo lo que aprendimos se integrara en nuestros cuerpos.


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